lunes, 21 de diciembre de 2015

LEÓN TOLSTOI - La Sonata de Kreutzer.

Después de la reconciliación, creí que esto no volvería a ocurrir. Pero durante el primer mes de nuestra luna de miel, tuvimos un nuevo periodo de saciedad en que no nos necesitábamos, y sobrevino otro disgusto. Me sorprendió más que el primero, y entonces pensé que no había sido casual, si no algo que debía ser y que seria. El segundo me impresionó tanto más cuanto que surgió por una insignificancia, por una cuestión de dinero, que nunca estimé ni hubiera podido escatimar para mi mujer. Recuerdo que presentó la cosa de tal manera que una observación mía sin importancia pareció la expresión de mi deseo de dominarla por medio del dinero, sobre el que yo basaba mis derechos. Fue una discusión inverosímil, estúpida, baja e impropia tanto de ella como de mi. Irritado, le reproché su indelicadeza: ella me replicó y todo empezó de nuevo. Sus palabras así como la  expresión de su rostro y de sus ojos, revelaron de nuevo la misma hostilidad fría que me había sorprendido anteriormente. He tenido discusiones con mi hermano con mis amigos y con mi padre, pero nunca ha habido entre nosotros esa ira venenosa tan especial. Transcurrió algún tiempo, y a nuestro odio recíproco sucedió el estado de enamoramiento, es decir, de sensualidad. Me consolé con la idea de que nuestras dos primeras discusiones se debían a una mala interpretación, y que eso podia repararse. Pero he aquí que sobrevino la tercera y poco después la cuarta. Entonces comprendí que no eran casualidades, sino que así debía ser y que así seria. Me invadió el horror de pensar en lo que me esperaba. Además me atormentaba la terrible idea de que yo era el único que no se entendía con su mujer, que mi vida conyugal no correspondía con la que había esperado, y que a los demás matrimonios no les sucedía eso. Entonces ignoraba que esta es la suerte de todos, pero que cada cual se imagina, como me imaginaba yo, que esa desgracia solo le sucede a él. Cada cual oculta esa desgracia exclusiva y vergonzosa; no solamente de los demás, sino también de si mismo; nadie se atreve a confesársela. Eso empezó a partir de los primeros días de nuestro matrimonio y continuó intensificándose cada vez más. Durante las primeras semanas sentí en el fondo de mi alma que había caído en una trampa, que todo era distinto de lo que había esperado y que el matrimonio no proporciona la felicidad, sino algo muy penoso. Pero lo mismo que los demás no quería reconocerlo (si lo hago ahora es porque ha llegado el fin), y no solo se lo ocultaba a la gente, sino a mi mismo. A veces surgían palabras explicaciones e incluso lágrimas, pero otras… Me es penoso recordarlo. Después de las palabras más duras por ambas partes, súbitamente  aparecían miradas silenciosas, besos y abrazos. ¿Como es posible que no me diera cuenta entonces?

sábado, 19 de diciembre de 2015

MADAME BOVARY

Pensaba que algunas veces que aquellos eran, no obstante, los más hermosos días de su vida;  la luna de miel como decía. Para gustar su dulzura hubiera hecho falta indudablemente irse hacia esos países de nombres sonoros donde los días siguientes al matrimonio tienen las más suaves languideces. En las sillas de posta bajo las cortinas de seda azul, se suben al paso caminos escarpados oyendo la canción del postillón que se repite en la montaña con las esquilas de las cabras y el ruido sordo de la cascada. Cuando el sol se pone, se respira al borde de los golfos ele perfume de los limoneros; después por la noche sobre la terraza de las villas, solos y con los dedos entrelazados se mira a las estrellas haciendo proyectos.Le parecía que ciertos lugares de la tierra debían producir felicidad como una planta particular de aquel suelo, y que hubiera crecido mal en cualquiera otra parte! Qué no pudiese ella ponerse de pechos al balcón de los chalets suizos, o encerrar su tristeza en una cabaña escocesa con un marido vestido con chaqueta de terciopelo negro de largos faldones, y que llevara amplias botas, un sombrero puntiagudo y encajes en las mangas. Tal vez hubiera deseado hacer a cualquiera la confidencia de todas estas cosas; pero ¿como expresar un mal incomprensible, que cambia de aspecto como las nubes,  que se arremolina como el viento? Faltábanle pues, las palabras, la ocasión y el atrevimiento.


viernes, 18 de diciembre de 2015

MADAME BOVARY (GUSTAVE FLAUBERT)

Emma que tenia entonces quince años, se ensució  durante seis meses las manos con el polvo de los viejos gabinetes de lectura; más tarde, con Walter Soltt, se prendó de los asuntos históricos, soñó  cuerpos de guardia, menestrales, revueltas. Hubiera deseado vivir en alguna vieja fortaleza como aquellas castellanas de largo talle, que bajo el trébol de las ojivas, pasaban sus días con el codo apoyado sobre la piedra y la barbilla sobre la mano mirando si veían venir desde el fondo del campo un caballero  con plumas blancas y galopando sobre un caballo  negro. Por aquel tiempo profesó un gran culto por Maria Stuard, y tuvo revelaciones entusiastas por las mujeres más ilustres y más infortunadas. Juana de Arco, Eloisa, Ana Sorel, la bella Ferronniere y Clemencia Isaura se desprendían a sus ojos, como cometas de la inmensidad tenebrosa de la historia, donde también para ella sobresalían, pero más perdidos en la sombra y sin ninguna relación entre si . San Luis  con su encina, Bayardo moribundo, Luis XII con sus ferocidades, un poco de la Saint, el penacho del Bearnés, y siempre el recuerdo de los platos pintados en que se alababa a Luis XIV.
En la clase de música y en las  romanzas que cantaba no era cuestión más que de angelitos con alas de oro, vírgenes, lagunas, gondoleras; pacíficas composiciones que le dejaban entrever, a través de la candidez del estilo y de las imprudencias de la nota, la atractiva fantasmagoría de las realidades sentimentales. Algunas de sus compañeras llevaban al convento los álbumes que habían recibido como aguinaldos; era menester ocultarlos; este era el gran asunto, y eran leídos en el dormitorio, Manejando delicadamente sus bellas cubiertas de satin. Emma fijaba sus miradas absortas el el nombre de sus  autores desconocido, condes o vizcondes, por lo general, que también firmado al pié de sus versos. Estremecíase, levantando con su aliento el papel de seda de los grabados, que se alzaba medio plegado y volvía a caer dulcemente contra la página.

jueves, 17 de diciembre de 2015

Madame Bovary (Gustave Flaubert)

Lejos de fastidiarse en el convento durante la primera época, le agradaba la compañía de las buenas monjas, que, para divertirla, la conducían a la capilla, a donde se penetraba dede el refectorio por un largo corredor. Jugaba a muy poco durante las horas de recreo, comprendía bien el catecismo.
Siempre era ella la que respondía a las preguntas más difíciles  del vicario. Viviendo pues, sin salir  nunca de la tibia atmósfera de las clases, y entre aquellas mujeres de cutis pálido que llevaban rosarios con cruz de cobre, se adormeció dulcemente a la mística languidez que se exhalaba de los perfumes del altar, de la frescura de las pilas de agua bendita y el  resplandor de los cirios.  En lugar de oír con atención la misa, miraba en su libro las viñetas piadosas pintadas de azul, y amaba al cordero enfermo, al sagrado corazón atravesado por agudas flechas, y al pobre Jesús que cae bajo el peso de su cruz. Intentó para mortificarse, permanecer todo un día sin comer y buscó en su imaginación algún voto extraño que cumplir.
Cuando iba a confesarse inventaba pecadillos, a fin de estarse más tiempo de rodillas ene la sombra, con las manos juntas y el rostro pegado a la rejilla, bajo el murmullo de las palabras del cura. Las comparaciones místicas de prometida esposa, amante celeste y matrimonio eterno, que se usan en todos los sermones, excitaban en el fondo de su alma dulzuras inesperadas. Por la noche, antes de rezar, había en la sala de estudio lectura religiosa; solía ser un resumen de la historia sagrada, o las conferencias del avate Frayssinous; esto durante la semana, y el domingo, como recreo, algún trozo del Genio del Cristianismo. ! Como escuchó por vez primera la lamentación sonoras de las melancolías románticas, repitiéndose en todos los ecos de la tierra y de la eternidad!  Si su infancia hubiera transcurrido en la trastienda de algún  almacenista o comerciante, tal vez se hubiera abierto entonces su alma a las invasiones líricas de la naturaleza, que por lo común no nos llegan más que por medio de la traducción de los escritores; pero ella conocía demasiado el campo el balido de los ganados, el ruido de las carretas. Habituada a los aspectos tranquilos, buscaba, por el contrario, los accidentados. No le gustaba el mar sino por sus tempestades, y  la vegetación solamente cuando asomaba entre las ruinas. Necesitaba sacar de las cosas una especie de provecho personal, y rechazaba como inútil todo cuanto no contribuía al alimento inmediato de su corazón, siendo de temperamento más sentimental que artista, buscando siempre emociones y nunca paisajes.
Habia e n el convento una vieja solterona  que acudía ocho días al mes a trabajar en la ropa blanca, protegida por el arzobispo por pertenecer a una antigua familia de nobles arruinados en la revolución; comía en el refectorio en compañía de las monjas,y después de la comida charlaba algo con ellas antes de volver a emprender su trabajo, y a menudo las educandas se escapaban del estudio para ir a verla. Sabía de memoria las canciones galantes del siglo pasado.


miércoles, 16 de diciembre de 2015

Cuando volvió tenia muy mala cara.

Cuando volvió tenia muy mala cara. Estaba pálida  y se sentó como mareada, empezó a llorar, cuando recuperó la calma me explicó lo que ocurría. Ella llevaba tiempo saliendo con un chico. Tenían una relación muy tempestuosa, pero estaba enamorada de él. Él cuando fue a un congreso, ella le dijo que tenia una amiga ( yo ) que se dedicaba a lo mismo. ¡Ese chico es Gabriel! Me sentí fatal en ese momento. Imaginé su  dolor cuando yo le había explicado mis encuentros sexuales con el hombre que ella amaba. Me había utilizado, se había acercado a mi porque  sabia perfectamente que era amiga de su novia  y  quería hacerle daño o entrar en un juego perverso. Abracé a a mi amiga y lloré con ella , le expliqué que lo lamentaba. Mi amiga me dijo que él era un hombre cruel y que había jugado con las dos. No se esperaba encontrarme en casa de su novia. Le dije que era un cerdo. No se atrevió a replicar, lleno de rabia sois unas brujas .

martes, 15 de diciembre de 2015

Por Eve –Arnold- (Gente que trabaja)

Constituían una obra personal realizada por placer, y sobre ellas no pesaba ninguna de las restricciones que gravitan sobre el trabajo hecho por contrato.
También se tornaron en un caleidoscopio por el  que podía ver cómo nos relacionamos  con el mundo, como trabajamos para vivir  y  cómo vivimos para trabajar.” Todos venimos al mundo con un propósito. Para quienes tienen voluntad, siempre hay una labor y herramientas con las cuales realizarlas.”
“Ningún pueblo puede prosperar hasta que aprende que es tan digno labrar un campo como escribir un poema.”
“En rigor ninguna tarea bien hecha es privada, forma parte del trabajo del mundo” El trabajo me agrada, me fascina, Puedo sentarme y contemplarlo horas y horas. Me encanta  conservarlo a mi lado, la sola idea de librarme de él casi me  rompe el corazón”

lunes, 14 de diciembre de 2015

FRUTO DE LA FE- Ronald Jager-

Tendría yo diez años aquel atardecer de Junio. Desde el porche de mi casa me llamó la atención una plantita desconocida, que a lo sumo media quince centímetros de altura. Mi padre dijo que era un manzano tierno. Inmediatamente lo adopté. Yo iba a trasplantarlo y cuidarlo, y el arbolito prosperaría. Cuando yo fuera grande y cultivara estas tierras, me daría magnificas manzanas.
Para el trasplante, mi padre propuso un sitio entre el jardín y la entrada para el auto, y esa misma tarde hizo una excavación en el césped. Allí coloqué mi manzanito. Como no sabia yo nada de árboles frutales, ignoraba que los manzanos nacidos de semilla- en lugar de injertos, como los arboles de nuestro huerto- a menudo son estériles o dan fruta de baja calidad. Si mi padre sabía esto, prefirió no empañar mi optimismo.
Cuidé de mi arbolito como lo haría cualquier niño: a veces me olvidaba de el y en otros momentos le prodigaba afecto y atenciones.Lo asenté al ver que medraba a pesar de la mala hierba y de los periódicos ataques de Pearl, nuestras yagua de labor, que tenia debilidad por él y trataba de arrancarle una sabrosa rama  siempre que podía.
Pasaron los años y mi árbol dio algunas flores, pero ni un  solo fruto. Tiempo después leí ene un libro de texto de la escuela secundaria algo que me intranquilizó: los manzanos nacidos de semilla suelen dar frutos agrios y enjutos, de  aspecto prehistórico. ! De haberlo sabido antes ¡ Con todo era un lindo árbol y yo le profesaba cariño, así  que lo podé como recomendaba el libro. Por lo menos tendrías buen aspecto. Luego partí a la Universidad y me olvidé de mi árbol.
No mucho después empezó a dar primero con lentitud, luego con generosidad, y por último con exuberancia manzanas deliciosas y excelentes para todo; para comerlas crudas, en puré o deshidratadas. Además tenia menos insectos y enfermedades que los frutos de los arboles de nuestro huerto. Hace ya 35 años que mi árbol produce frutas casi perfectas. Cuatrocientos kilos de manzanas no son nada para él. Mis parientes y vecinos vienen a sacudir sus ramas y a llevarse lo que en ellas haya quedado. De haber tenido un mínimo de conocimientos en esta materia, ni siquiera me habría molestado en trasplantar y cuidar. Este se alimentó de mi fe ciega y la cosecha llegó puntual cada año.

domingo, 13 de diciembre de 2015

Por Penny Porte- del Reader¨s Digest.

Una calurosa mañana me quedé pasmada cuando escuché el ruido de la manija de la puerta de la cocina. Tiger Lily que pesaba entonces mas de 135 kilogramos, entró en la casa Bufando, metió la nariz en la caja del pan y husmeó la mesa del comedor. Luego trató de rascarse los cuernos contra la mesa, y la levantó en vilo. Tendrá que salir a pastar junto  con las vaquillas y vivir como todas ellas: detrás del alambrado ordenó Bill. Asi cuando tenía nueve meses Lilý se sumó al resto del ganado. Sin embargo Bily la considerasba una oveja negra, como una mala hierba entre las flores.Reconozco que sobresalía entre los demás animales, con su enorme y delgaducho cuerpo color marrón, su  largo lomo y sus ancas, tan huesudas que bien habría podido colgar de ellas mi chaqueta. Yo salía a verla con frecuencia y siempre la encontraba pastando tranquilamente. Nunca me olvidó. Lo único que tenia que hacer era llamarla Lily ¿te acuerdas de m, ella mugía y se me acercaba para que le rascara donde sentía comezón.
No era raro encontrarla por las mañanas con los cuernos atorados en alguna cerca de alambre, ¡ qué torpe! , rezongaba Lily  mientras trataba de zafarla. Cuando tenia tres añós Lily se metió en el más serio de los aprietos. Estábamos pasando por una racha de alumbramientos difíciles. Nacian becerros demasiado grandes tanto que ya se nos habían muerto siete en el parto. Es este uno de los riesgos que se presentan cuando carga a las vaquillas un toro nuevo. Lily esperaba a su primer vástago. A menudo las vacas que están a punto de parir buscan un rincón distante. El recién nacido yacia inmóvil a unos metros de la madre. Estaba muerto. Me arrodillé junto a Lily ¿ por què tuvo que sucederte esto? En algún momento en que le puse la mano sobre la nariz, salió de su cuerpo un débil gemido. Sin duda había percibido el olor del becerro en mis manos. La presión de los costados de la acequia le oprimía los pulmones, ¡ Ayúdala, Señor!

FUERZA PARA VIVIR-

El cuerpo tiene muchas partes: manos, pies, rodillas, codos, orejas y una buena cantidad de órganos que no podemos ver, como el hígado, la vesícula y el corazón. Cada uno de nosotros funciona como parte de ese cuerpo. No debe molestarte de que otra persona sea un ojo, solo porque eres un dedo. Ambos son importantes, aunque tengan que realizar tareas distintas.
Si un grano de arena ha caído en el ojo, éste necesita de la ayuda  del dedo. Ni el codo ni el pié le servirán de nada. Asimismo el  dedo necesita del ojo para ver > la mota de algodón que empleará para quitar el grano de arena del ojo. Y ambos necesitan de los pies para dirigirse al baño, donde encontraran  el algodón. Por otra parte, no podemos llevar el dedo hacia el ojo si el codo se nos pone rígido. ¿ verdad? Todas las partes del cuerpo son necesarias.
Amarnos los unos a los otros significa que todos somos un solo cuerpo. No es un edificio,ni siquiera una organismo. Es un grupo  de personas, todas ellas diferentes, que aman al señor y se aman entre si. El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama.

DEBORH MORRIS – El gélido tiempo exterior hacia del remolque un acogedor refugio  aquella noche del 23 de Diciembre de l99O . ¿Alguien quiere una galleta? le preguntó a Esteve de veintiún años, y a su hija de tres, que estaban en la habitación contigua. La niña apareció al punto vestida solo con ropa interior y un camisón. ! Yo ¡  dijo con una sonrisa que hacia que se le formaran hoyuelos en las mejillas.
Melinda de veinte años había pedido permiso para no ir ese día al restaurante en que trabajaba, a fin de poder hornear sus manjares navideños. Y Esteve había perdido su empleo la semana anterior, por lo que también estaría en casa.
Alrededor de la media noche, Melinda fatigada, apagó  el horno. Steve ya se había acostado y Brittany se había quedado profundamente dormida en el suelo. El pequeño árbol de Navidad brillaba alegremente junto a ella.
Melinda miró a su hija y sonrió. ! Se ve tan cómoda ¡ Voy a dejar que duerma ahí, la cubrió con una manta, la besó en la mejilla y se fue a dormir.
El reloj de la mesita de noche marcaba las 9,3O de la mañana cuando Melinda se despertó sobresaltada. Hoy no tengo que trabajar recordó de pronto, dando un suspiro de alivio. Entonces advirtió que la casa estaba muy silenciosa. Al entrar en la sala sintió una corriente de aire helado. Y vio la puerta principal abierta de par en par. Empujó loa puerta de malla metálica, y esta ofreció resistencia debido a que estaba congelada. ¡ qué bueno!  Se tranquilizó. Así no pudo haber salido. Pensó que quizá su hija estuviera gastándole una broma. Entonces Melinda corrió a despertar a Steve.
¡No encuentro a Brittany ¡ dijo angustiada. De pronto los ojos de Melinda se posaron en la puerta… y en el paisaje invernal de afuera. De pronto divisó algo entre dos remolques. Brittany vestida solo con ropa interior y camisón, yacía en la nieve. Sus ojos miraban fijamente y tenia la boca abierta. Parecía una muñeca de porcelana. El cuerpecito estaba rígido, empezó a echarle cobertores encima. En ese momento entró un vecino se acercó a tomarle el pulso. Meneando la cabeza, puso las manos en el pecho de la niña y comenzó a aplicar el procedimiento de resucitación cardiopulmonar.
A las 4,3O de la tarde cuando Brittany arribó trató de evaluar el estado neurológico de la niña. Melinda llegó al hospital dos horas después. Se está recuperando muy rápidamente les dijo a los jóvenes esposos.

viernes, 11 de diciembre de 2015

DON QUIJOTE DE LA MANCHA ( capítulo XXXIII )

¡Desdichado y mal advertido de ti, Anselmo! ¿ Que es lo que haces? ¿ Que es lo que trazas? ¿ Que es lo que ordenas? Miras que haces contra ti mismo trazando tu deshonra y ordenando tu perdición. Buena en tu esposa  Camila; quieta y sosegadamente la posees; nadie sobresalta tu gusto ; sus pensamientos no salen de las paredes de su casa; tú eres su cielo en la tierra, el blanco de sus deseos, el cumplimiento de sus gustos y la medida por donde mide su voluntad ajustándola en todo con la tuya y con la del cielo. Pues si la mina de su honor, hermosura, honestidad y recogimiento te da  sin ningún trabajo la riqueza que tiene y tu puedes desear .¿ Para qué quieres ahondar la tierra , y buscar nuevas vetas de nuevo y nunca visto tesoro poniéndote a peligro que todo venga abajo, pues, en fin se sustenta sobre los débiles arrimos de su flaca naturaleza? Mira que el que busca lo imposible, es justo que lo posible  se le niegue, como lo dijo mejor un poeta, diciendo:

 Busco en la muerte la vida.
salud en la  enfermedad,
en la prisión libertad
en lo cerrado salida
y en el traidor lealtad
En efecto , la hermosura y la bondad de Camila, juntamente  con la ocasión que el ignorante marido le había puesto en las manos dieron con la lealtad de Leotario en tierra.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Don Quijote – Capitulo XXXIII –

Acabaron de comer, levantaron los manteles, y Anselmo dijo  a Lotario que se quedase allí con Camila en tanto que él iba a un negocio forzoso; que dentro de hora y media volvería. Rogóle Camila que no se fuese, y Lotario se ofreció a hacerle compañía; más nada aprovechó con Amselmo; antes importunó a  Lotario que se quedase y aguardase, porque tenía que tratar con él una cosa de mucha importancia. Dijo también a Camila que no dejase solo a Lotario, en tanto que él volviese. En efecto, él supo también fingir la necesidad o necedad de su ausencia, que nadie pudiera entender que era fingida. Fuese Anselmo, porque la demás gente  de casa se había ido a comer, Viose Lotario puesto en la estacada que su amigo deseaba, y con el enemigo delante,   que pudiera vencer con solo su hermosura a un escuadrón de caballeros armados; mirar si era razón que le temiera Lotario.
Pero lo que hizo fue poner el codo sobre el brazo de la silla, y la mano abierta en la mejilla, y pidiendo perdón a Camila del mal comedimiento, dijo que quería reposar un poco en tanto que Anselmo volvía. Camila le respondió que mejor reposaría en el estrado que en la silla, y así, le rogó que entrase a dormir. No quiso Lotario y allí se quedó durmiendo hasta que llegó Anselmo, el cual como halló a Camila en su aposento y a Lotario durmiendo, creyó que, como se había tardado tanto, ya habrían tenido los dos  lugar para hablar y aun, para dormir, y no vio la hora en que Lotario despertase, para volverse con él fuera y preguntarle de su aventura.
Todo sucedió como él quiso.


martes, 8 de diciembre de 2015

NATHANIEL HAWYHORNE -prologo de Luis Loayza- hombre tenebroso

NATHANIEL HAWYHORNE-prologo de Luis Loayza- hombre tenebroso! exclamó el pastor, aterrado. Que crimen horrible pesa sobre tu alma, ahora que llega para ti la hora del juicio?
La respiración entrecortada del Padre Hooper le sonaba roncamente en la garganta y sin embargo, con un gran esfuerzo, echó ante si las manos para asir la vida y sujetarla mientras hablaba, Hasta se incorporó y logró sentarse en la cama, temblando entre los brazos de la muerte, con el rostro cubierto por el atroz velo negro que, en estos últimos momentos, reunía los terrores de toda una vida.  Y no obstante, la vaga sonrisa triste que fue siempre suya parecía relucir en la oscuridad y demorarse en sus labios.
¿ Por qué tiemblan solo ante mi>>, gritó volviendo el rostro velado al circulo de pálidos espectadores. !  Tiemblen ante cada uno de ustedes ¡ ¿ Acaso fue solo por el velo negro que los hombres me evitaron, las mujeres me negaron su compasión y los niños huyeron de mi dando gritos? ¿ Porqué fue tan temible este pedazo de crespón si no por el misterio que oscuramente representa ? Cuando el amigo enseñe a su amigo, y el amante a su amada, lo más profundo del corazón; cuando el hombre no se oculte en vano del ojo de su creador. Guardando como un tesoro abominable el secreto de su pecado, digan entonces que he sido un monstruo, que me acuse el símbolo con el que he vivido y con el que muero ¡ ¡ Miro en torno mio y en todas las caras veo el velo negro.! Mientras quienes lo habían escuchado evitaban mirarse, cada uno temeroso de los demás, el padre Hooper cayó sobre la almohada, cadáver velado en cuyos labios duraba  aún una  leve sonrisa. Todavía velado lo pusieron en el ataúd y fue un cuerpo velado que llevaron a la tumba. Durante muchos años ha crecido y se ha secado la hierba sobre esa tumba, la lápida está cubierta de musgo y la cara del señor Hoopen es ahora polvo; pero sigue siendo terrible la idea de que se deshizo cubierta por el velo negro.

April Herse. El arte de contar cuentos.

A los niños, muy pocas cosas les gustan tanto como las aventuras de la imaginación.
Había una vez una casa vieja, muy parecida a esta. Una noche, la  víspera de Navidad, se oyó un gran ruido en el techo…
Entonces le pregunté al mayor de los chiquillos. ¿Sabéis qué pasó? Él ya conocía el juego e inmediatamente continuó:
Los niños corrieron al ático y se llevaron una gran sorpresa: encontraron un hipopótamo pequeño, sentado entre un montón de libros.
La tempestad continuaba con toda su furia y nosotros seguíamos en nuestro apretado circulo. Hacíamos por turno aportaciones  a la historia del hipopótamo el cual había sido robado de un zoológico. Los niños más pequeños inventaban detalles de loca imaginación, y los adultos conducimos a lo largo de una hora que duró el apagado. Hasta que el hipopótamo llegó al Polo Norte para sacar el Trineo de Santa Claus de la nieve porque se había atascado.

jueves, 3 de diciembre de 2015

GUSTAVO ADOLFO BECQUER La rosa de la pasión.

Una tarde de verano, y en un jardín de Toledo, me refirió estas singular historia una muchacha muy buena y muy bonita,
Mientras me explicaba el misterio de su forma especial, besaba las hojas y los pistilos que iba arrancando uno a uno de la flor que da nombre a esta leyenda. Si yo la pudiera referir con el suave encanto y la tierna sencillez que tenia en su boca, os conmovería como a mi me conmovió, La historia de la infeliz Sara. Ya que esto no es posible, ahí va lo que de esa piadosa tradición, se me acuerda en este instante.
Dicen-prosiguió- dicen. Muchas cosas… Entre otras,  que su hija está enamorada de un cristiano. Al llegar a este punto el desdeñado amante de Sara se detuvo para ver el efecto que sus palabras hacían en Daniel. ¿ Y quien dice que eso no es una calumnia? Quien los ha visto conversar en esta misma calle, mientras  tu asistes al sanedrín de nuestros rabinos-insistió el joven hebreo, admirado de que sus sospechas primero, y después sus afirmaciones , no hiciesen mella en el ánimo de Daniel. Je je , Je  decía de una forma extraña y diabólica .- ¿ Como a mi Sara, al orgullo de la tribu, al báculo en que se apoya mi vejez, piensan arrebatármela un perro cristiano.?  ¿ Y vosotros creéis que lo hará? Daniel dirán los míos ya chochea. ¿ Para qué quiere ese viejo moribundo y decrépito ese hija tan hermosa y tan joven, si no sabe guardarla de los codiciosos enemigos?  ¿ Crees tú por ventra que Daniel duerme?... Crees tú que Daniel no sabrá vengarse.

jueves, 26 de noviembre de 2015

MIGUEL DELIBES – (La contradicción )

Tenia rojo lo  blanco de los ojos y al abrirlos observó, abrumado, las paredes y los muebles. La blancura de la salita le deslumbraba.  Sor Matilde se  aproximó suavemente a su lecho: Hijo ¿ Estas mejor? Él hizo un esfuerzo desmedrado y de sus labios exangües surgió un gruñido. Se los humedeció con la punta de la lengua y gruñó de nuevo. Miraba a la monja con los rojos de los ojos en lugar de con las pupilas, como los perros díscolos cuando comen. Dijo Sor Matilde:
Aguarda voy a avisar. Él era todavía un muchacho que antes de ser arrollado se estremecía escuchando el paso doble El valiente. Luego no, porque sentía  el pecho como si tuviera descansando sobre él una apisonadora, y de cuando en cuando le asaltaba la impresión de que las costillas de delante se juntaban con las de atrás y le estrujaban los pulmones. A veces pensaba que en su  pecho había  una inscripción; carga 3,OOO kilogramos. El médico le previno una hora antes a sor Matilde <cuatro costillas fracturadas. Probable fractura de la base del cráneo. Conmoción visceral. Pronostico muy grave.> El muchachito no experimentaría ahora ninguna emoción alguna escuchando  los compases del valiente. Solo apetecía que la apisonadora se apease de su pecho, poder respirar. Dijo. Un momento madre. Sor Matilde sonrió hacia arriba. Formaban  sus labios un hociquillo extravagante al tratar de sonreír. Se acercó a él y le tocó la frente con extremada delicadeza. No soy madre soy hermana.Bueno sor Matilde… Yo  tuve una hermana que quiso ser hermana como usted. Era Modes, la segunda no tenia seis años y me dijo un día <<Yo quiero ser monja, ¿ me comprende o no? Sor Matilde sonrió alzando el labio superior.Tomó una mano del enfermo y la buscó el latido del pulso. No lo encontraba y cerró la boca con un gesto contrariado. Al hacerlo se dibujaba  más relevante la curva de su mandíbula. No era duro su rostro, empero. Sus ojos desbordaban una alegría rutilante.La superiora  le decía. Esos ojos  sor Matilde , esos ojos Bendito sea el nombre del señor, pero ella sentía una curiosidad invencible por las cosas de fuera..No acertaba a remediarlo. Mi curiosidad se la ofrendo a Dios, solía decirse en los momentos de recogimiento. Ahora miraba al muchacho compasivamente.Le imbuía una suerte de estupor constatar de debilidad, casi imperceptible, del pulso.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

GABRIEL GARCIA MÁRQUEZ (CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA)

Acompáñala tú-ordenó mi padre. Jaime corrió detrás de ella sin saber qué pasaba ni para donde iban, y se agarró de su mano.” Iba hablando sola” , me dijo Jaime “ hombre de mala ley, decía en voz muy baja, animales de mierda que no son capaces de hacer nada que no sean desgracias. “ No se daba cuenta ni siquiera de que llevaba el niño de la mano “ Debieron pensar que me había vuelto loca”, me dijo Lo único que recuerdo es que se oia a lo lejos un ruido de mucha gente, como si hubiera vuelto a empezar la fiesta de la boda, y que todo el mundo corría en dirección de la plaza” Apresuró el paso, con la determinación de que era capaz cuando estaba una vida de por medio, hasta que alguien que corria  en sentido contrario se compadeció de su desvarío.
No se moleste Luisa Santiaga le gritó al pasar-, y lo mataron.
Bayardo San Román, el hombre  que devolvió a la esposa, había venido por primera vez en Agosto del año anterior seis meses antes de la boda.llegó en el buque semanal  con unas alforjas guarnecidas de plata que hacían juego con las hebillas de la correa y las argollas de los botines.Andaba por los treinta años; pero muy bien escondidos, pues tenia una cintura angosta de novillero, los ojos dorados, y la piel cocinada a fuego lento por el salitre. Llegó con una chaqueta corta y un pantalón muy estrecho, ambos de becerro natural, y unos guantes de cabritilla del mismo color, Magdalena Oliver había venido con él en el buque y no pudo quitarle la vista de encima durante el viaje.” Parecía marica” me dijo y era una lastima porque estaba  como para embadurnarlo de mantequilla y comérselo vivo.

martes, 24 de noviembre de 2015

EL JUEGO DE LA VIDA Florence Scovel Shinn (La ley del perdón).

El hombre no recibe más de lo que dé. El juego de la vida es un juego parecido al lanzamiento de un boomerang. Aquello mismo que un hombre piensa, sus acciones y sus palabras termina por manifestarse, tarde o temprano, con una precisión que es realmente asombrosa.
Aquí nos encontramos con la ley universal del karma, que significa en sanscrito "retorno". Todo aquello que un hombre siembra, eso mismo cosechará.
Una de mis amigas me contó la historia siguiente, que ilustra perfectamente  esta ley. Una de mis tías me ayudó sin darme cuenta que lo que hacia a liberarme de mi karma  personal, aquello mismo que yo decía otro me lo repetía. Yo estaba a menudo irritada en casa, y un día le dije a mi tía que hablaba durante la cena. Deja de hablar, deseo comer en paz.
Al día siguiente desayunaba con una señora a la que quería causar una buena impresión. Yo hablaba con animación, hasta que ella me dijo.” ¡Deja ya de hablar,  deseo comer en paz!
Mi  amiga se encuentra en un nivel elevado de conciencia, por lo tanto su karma actúa más rápidamente que el de una persona que está todavía sobre el plano mental.

sábado, 21 de noviembre de 2015

CAPITULO XXXIII – D. Quijote de la Mancha.

Mira que no hay joya en el mundo que tanto  valga como la mujer casta y honrada, y que todo el honor de las mujeres consiste en la opinión buena que dellas se tiene; y pues la de tu esposa es tal que llega al extremo de bondad que sabes, ¿ para qué quieres  poner esta verdad en duda ¿Mira, amigo, que la mujer es animal imperfecto, y que no se le han de poner embarazos donde tropiece y caiga, sino quitaselos y despejalle el camino de cualquier inconveniente, para que  sin pesadumbre corra ligera para arrancar la perfección que le falta, que  consiste en el ser virtuosa.Cuentan los naturales que el arminio es un animalejo que tiene una piel blanquísima, y que cuando quieren cazarle los cazadores, usan de este artificio: que sabiendo las partes por donde suele pasar y acudir, las atajan con lodo, y d espues, ojeándole le encaminan hacia aquel lugar, y asi como el arminio llega al lodo, se está quedo y se deja prender y cautivar, a trueco de no pasar por el cieno y perder y ensuciar su blancura, que la estima más que la libertad y la vida. La honesta y casta mujer es  arminio, y es más que nieve blanca y limpia la virtud de la honestidad; y el que quisiere que no la pierda, antes la guarde y conserve, ha de usar de otro estilo diferente que con el arminio se tiene, porque no le han de poner delante el  cieno de los regalos y servicios de los importunos amantes, porque quizá, y aun no quizá, no tiene tanta virtud y fuerza natural, que pueda por si mesma atropellar y pasar por aquellos embarazos, y es necesario quitárselos y ponerle delante la limpieza de la virtud y la belleza que encierra en si la buena fama. Es asi mismo la la buena mujer como erspejo de cristal luciente y claro, pero está sujeto a empañarse y escurecerse con cualquiera aliento que le toque. Hase de usar copn la honesta mujer el estilo que con las reliquias: adorarlas, y no tocarlas, Hase guardar y estimar la mujer buena como se guarda y estima un hermoso jardin que está lleno de flores y rosas, cuyo dueño no consiente que nadie le pasee ni manosee; basta que desde lejos y por entre las verjas de hierro gocen de su fragancia y hermosura.  Unos versos- es de vidrio una mujar pero no se ha de probar si se puede o no quebrar.

jueves, 19 de noviembre de 2015

OG MANDINO – Como conseguir que la gente le ayude a triunfar-

En cuanto aprenda este valioso principio del éxito, y lo utilice, los resultados le sorprenderán.
Usted acaba de aprender el valor de la importancia de no criticar a los demás.
Las personas heridas por sus palabras o actos descuidados, trabajan y conspiran contra usted y solo buscaran hacerle daño a usted y a su carrera.
Ahora bien ¿ Como conseguir que otros tiren con usted y no contra usted? ¿ Cómo conseguir que se sitúen en su rincón, que lo aclamen, que lo animen a la victoria? ¿Cómo conseguir que ellos le den lo que quiere sin utilizar la fuerza, el miedo o la manipulación? Em resumen,¿ como conseguir que las personas hagan lo que usted desea?
Como ocurre con todas las otras grandes verdades la  respuesta es sencilla, tan sencilla que la pasamos por alto en nuestras búsqueda de respuestas más complejas y enrevesadas al problema de inducir a los demás para que nos den lo que queremos, o se muevan en la dirección que deseamos. Entrenadores, gerentes de venta, ejecutivos, negociadores,supervisores, maestros, líderes religiosos y, si, los padres, todos buscan en los demás el botón rojo > que les permita hacer su tarea más fácil mientras que los seminarios sobre motivación florecen por doquier, seminarios carísimos, que enseñan en dos o tres clase una técnica que usted aprenderá de un maestro rn unos pocos minutos.
El logro del éxito nunca es una actuación <solista>  como le confesaran aquellos que han intentado esta ruta. Hay una manera de viajar más fácil y mucho mejor; y lo  lejos que llegue depende, de lo bien que asimile esta lección. En la medida que usted da a los demás lo que quieren ellos le darán lo que usted quiere.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

OG MANDINO ( TRADUCCIÓN DE ALBERTO COSCARELLI ) –

Primero hacemos nuestros hábitos y después nuestros hábitos nos hacen a nosotros.
La vida tiene un riesgo inevitable. Cada vez que respiramos es un riesgo. El infarto, un accidente de coche, las inspecciones de hacienda, los problemas laborales; todo tipo de malas noticias esperan asaltarnos sin previo aviso. Por eso es tan difícil para los humanos jugar al juego de la vida. Es un equilibrio difícil. En ocasiones quizá jugar el juego de la vida. Es un equilibrio difícil. En ocasiones quizá apostamos demasiado a una carta y otras nos sentimos  tan heridos y estafados que queremos dejar de jugar para siempre.Pero la meta es, en cierto sentido, encontrar una manera de jugar el juego que nos permita jugar sin quemarnos.
Cuando nos movemos más allá de la seguridad y la familiaridad de nuestros hábitos y nos comportamos de una manera que se aparta de nuestras costumbres, experimentamos cierta tensión. Puede ser suave, una leve opresión en el pecho, o más pronunciada, palpitaciones, náuseas, diarreas, desmayos o incluso pánico. Si pensamos demasiado en las posibles consecuencias de un cambio, las ratas del miedo saldrán de nuestros sótanos mentales para atacarnos. Cualquier cosa nueva puede ser aterradora. Correr riesgos en la vida es algo muy parecido a invertir dinero; la ganancia potencial refleja en parte el grado de riesgo. Cuanta más alta la apuesta, más emocionante resulta el juego.

lunes, 16 de noviembre de 2015

CAPITULO XXXII- Don Quijote-

Mirar hermano tornó el cura-, que no hubo en el mundo más que los libros de caballerías cuentan; porque todo es compostura y ficción de ingenios ociosos, que los compusieron para el efecto que vos decís de entretener el tiempo, como lo entretienen  leyéndolos vuestros segadores.Porque realmente os juro que nunca tales caballeros fueron en el mundo, ni tales hazañas ni disparates acontecieron en el.- A otro perro con ese hueso- respondió el ventero-¡ Como si yo no supiese cuantas son cinco, y  adónde me aprieta el zapato! No piense vuestra merced darme papilla, porque por Dios que no soy nada blanco. Bueno es que quiera darme vuestra merced a entender que todo aquello que estos buenos libros dicen sean disparates  y mentiras, estando impreso con licencia de los señores del Consejo Real, como si ellos  fueran gente que habían de dejar imprimir tanta mentira junta, y tantas batallas, y tantos encantamiento, que quitan el juicio!
Ya os he dicho, replicó el cura-, que ello se hace para entretener nuestros ociosos pensamientos; y así como se consiente en las repúblicas bien concentradas que haya juegos de ajedrez, de pelota y de truco, para entretener a algunos que ni quieren, ni deben, ni pueden trabajar, así consiente imprimir   y que haya tales libros, creyendo que es verdad. Que no ha de haber alguno tan ignorante, que tenga por historia verdadera ninguna de estos libros. Y si me fuera licito agora, y el auditorio lo requisiera, yo dijera cosas acerca de lo que han de tener los libros de caballerías para ser buenos que quizá fueran de provecho, y aun de gusto para algunos; pero yo espero que vendrá tiempo en que lo pueda comunicar con quien pueda remediallo.

ALBERTO COSCARELLI ( =OG MANDINO)

Le dijo al hombre que pensaba casarse con la mujer y que le agradecería que no volviera más por la casa. El hombre se echó a reír y continuó yendo todas las tardes. A la vista del problema y mientras se preguntaba si tendría que recurrir a métodos violentos para apartar al hombre. X consideró las posibilidades. Comprendió de pronto que el hombre, al ser mucho más poderoso y quizá capaz de adivinar sus intenciones, podía atacar primero y volverlo impotente para ocupar su lugar. Esta amenaza de castración aunque solo existía en la mente de X, lo asustó tanto que renunció a a cualquier plan de ocupar el puesto del hombre. Esto lo llevó casi a situarse ene el extremo opuesto. A partir de la teoría de que si no puedes vencerlos, únete a ellos , se dedicó a identificarse con el hombre y procurar ser mas como él . Este episodio los llevó a convertirse en buenos amigos y admiradores de la mujer. X    llevaba con ellos unos cuatro años cuando ocurrió este contratiempo y aprendió que lo más conveniente seria ampliar sus horizontes. En consecuencia comenzó a aventurarse cada vez más lejos de la mujer; Al principio, por supuesto, no había podido caminar, pero a medida que se fortalecieron sus músculos, empezó a dar pequeños pasos con la ayuda de la mujer, y ahora caminaba bastante bien sin su ayuda. Se lanzó a ver algo de la aldea, pero sin alejarse mucho por si acaso tenia que pedir socorro. Conoció a los nativos de las chozas vecinas, observó sus costumbres, aumentó su vocabulario y aprendió algunas nuevas técnicas. Fue así como comprendió que había acertado al suponer que la mujer era un modelo de los demás nativos y confirmó muchas de las conclusiones que había sacado cuando ella había sido su única referencia. Una de las más agradables que también las otras personas lo  encontraban simpático y atractivo, y esto le infundió una alegre confianza en él mismo. No le costó trabar amistad con los nativos. A ellos les gustaba su sonrisa y su decisión. Aprobaban sus esfuerzos  por conocer y dominar el mundo en el que se encontraba.



viernes, 13 de noviembre de 2015

CAPITULO XXXII – Que trata de lo que sucedió ene la venta a toda la cuadrilla de don Quijote.

Acabóse la buena comida, ensillaron luego y, sin que les sucediese cosa digna de contar, llegaron otro día a la venta; espanto y asombro de Sancho Panza; y aunque él quisiera no entrar en ella, no lo pudo huir. La ventera, ventero, su hija y Maritormes que vieron venir a don Quijote y a Sancho, les salieron a recibir con muestras de alegría, y él las recibió con grave continente y aplauso, y dijoles que le aderezasen otro mejor  lecho que la vez pasada; a lo cual le respondió la huéspeda que como le pagase mejor que la otra vez, que ella se la daría de príncipes. Don Quijote dijo que si haría, y asi le asderezaron uno razonable en el mismo caramanchón de marras, y éel se acostó luego,  porque venia muy quebrantado y falto de juicio.
No se hubo bien encerrado cuando la huespeda arremetió al barbero, y asiéndole de la barba dijo.
Para mi santiguada que no se ha aún de aprovechar de mi rabo para su barba, y que me ha de volver mi cola; que anda lo de mi marido por esos suelos, que es vergüenza; digo, el peine, que solía yo colgar de mi buena cola. No se la quería dar el barbero, aunque ella más tiraba, hasta que el licenciado le dijo que se le diese; que ya no era menester más usar de aquella industria, sino que se descubriese y mostrase en su misma forma y dijese a don Quijote que cuando le despojaron los ladrones galeotes se había venido a aquella venta huyendo; y que si preguntase por el escudero de la princesa, le dirían que ella le había enviado adelante a dar aviso a los de su reino como ella iba y llevaba consigo el libertador de todos. Con esto dio de buena gana la cola a la ventera.

jueves, 12 de noviembre de 2015

Don Quijote de la Mancha ( capítulo XXXI )

Oh, que necio y que simple  eres, dijo don Quijote. Y no ves Sancho que eso todo redunda en su mayor ensalzamiento?  Porque has de saber que este nuestro estilo de caballeria es gran honra tener una dama muchos caballeros andantes que la sirvan, sin que se estiendan más sus pensamientos a servilla por solo ser ella quien es, sin esperar otro premio de sus muchos y buenos deseos si no que ella se contente de acetarlos por sus caballeros.
Con esa manera de amor dijo Sancho he oído yo predicar que ha de amor a nuestro Señor, por si solo, sin que nos mueva esperanza de gloria o temor de pena. Aunque yo le querría amar y servir por lo que pudiese.
¡Válate el diablo por villano –dijo don Quijote- y qué de discreciones dices a las veces! No parece sino que has estudiado.-  Pues a fe mía que no sé leer- respondió Sancho.
En esto les dio voces maese Nicolás que esperasen un poco;  que querían detenerse a beber en una fontecilla que allí estaba. Detúvose don Quijote, con no poco gusto de Sancho, que ya estaba cansado de mentir tanto y temía que le cogiere su amo a palabras, porque, puesto que él sabia que Dulcinea era una labradora del Toboso, no la había visto en toda su vida.
Habíase en este tiempo vestido Cardenio los vestidos que Dorotea traía cuando la hallaron, que aunque no eran muy buenos, hacían mucha ventaja a los que dejaba. Apeáronse junto a la fuente, y con lo que el cura se acomodó en la venta satisfacieron, aunque poco, la mucha hambre que todos traían.
Estando en esto,  acertó a pasar por allí un muchacho que iba de camino, el cual, poniéndose a mirar con mucha atención a los que en la fuente estaban, de allí a poco arremetió a don Quijote y, abrazándole por las piernas comenzó a llorar muy de propósito, diciéndole. ! Ay señor mío! ¿ No me conoce vuestra merced? Pues míreme bien, que yo soy aquel mozo Andrés que quitó vuestra merced de la encina donde estaba atado.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

José Saramago –


Cuando Cipriano Algor dobló en la última manzana de la población y miró hacia el lugar donde se encuentra la alfarería, vio encenderse la luz exterior, un antiguo farol de caja metálica colgado sobre la puerta de la vivienda, y, aunque no pasase una sola noche sin que lo encendiese, sintió esta vez que el corazón se le reconfortaba y se le serenaba el ánimo, como si la casa estuviese diciéndole, estoy esperándote. Casi impalpables llevadas y traídas al sabor de las ondas invisibles que impelen el aire, unas minúsculas gotas le tocaron la cara, faltará mucho para que el molino de las nubes recomience  a cerner su harina de agua, con toda esta humedad no sé cuando vamos a conseguir que las piezas se sequen. Ya sea por influencia  de la mansedumbre crepuscular o de la breve  visita evocativa al cementerio, o incluso lo que seria una compensación afectiva por su generosidad, al haberle dicho a la mujer de luto que le regalaría un cántaro nuevo, Cipriano Algor, en este momento no piensa en decepciones de no ganar ni en miedos de llegar a perder. En una hora como ésta,  cuando pisas la tierra mojada y tienes tan cerca de la cabeza la primera piel del cielo, no parece posible que te digan cosas tan absurdas como que te vuelvas atrás con la mitad del cargamento o que tu hija te va a dejar solo un día de éstos.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Gustavo Adolfo Bécquer

¿ Donde está el escudero favorito del Conde de Gómara?, y mi señor callará con vergüenza, y sus pajes y sus bufones dirán en son de mofas: El escudero del conde no es más que un galán de justas, un lidiador de cortesía.
Al llegar a este punto. Margarita  levantó sus ojos, llenos de lágrimas, para fijarlos en los de su amante, y removió los labios como para dirigirle la palabra; pero su voz se ahogó en un sollozo.
Pedro, con acento aun más dulce y persuasivo, prosiguió así
No llores, por Dios, Margarita: no llores, porque tus lágrimas me hacen daño. Voy a alejarme de ti; mas  yo volveré después de haber conseguido un poco de gloria para mi nombre oscuro. El cielo nos ayudará en la santa empresa. Conquistaremos Sevilla, y el rey nos feudos en la riberas del Guadalquivir a los conquistadores. Entonces volveré en tu busca y nos iremos juntos a habitar en a que el paraíso de los árabes, donde dicen  que hasta el cielo es más limpio y más azul que el de Castilla; volveré te lo juro; volveré a cumplir la palabra solemnemente empeñada el día que puse en tus manos ese anillo, símbolo de una promesa.

¡ Pedro! Exclamó entonces Margarita, dominando su emoción y con voz resuelta y firme- Ve a mantener tu honra- y al pronunciar estas palabras se arrojó por última vez en brazos de su amante. Después añadió, con acento más sordo y conmovido- Ve a mantener tu honra; pero vuelve… vuelve a traerme la mía.
Pedro besó la frente de Margarita, desató su caballo, que estaba sujeto a uno de los arboles del soto y se alejó al galope por el fondo de la alameda.

domingo, 8 de noviembre de 2015

BRIAN WEISS ( A través del tiempo) El comienzo –

Catherine consintió en probar la hipnosis, una forma de fijar su concentración para que recordara la infancia e intentar así descubrir los traumas reprimidos u olvidados que, según yo creía, debían de estar provocando sus actuales síntomas.
Catherine pudo entrar en un profundo trance hipnótico y comenzó a recordar hechos que no había podido rememorar conscientemente. Recordó  que la habían lanzado desde un trampolín y que se había asfixiado en el agua. También recordó que la atemorizaba la mascarilla de gas que el dentista le ponía en la cara; peor aun: recordó que su padre alcohólico la había sobado a los tres años, poniéndole la manaza contra la boca para mantenerla callada. Tuve la certeza de que  ya teníamos las respuestas. También estaba seguro de que ahora mejoraría.
Pero sus síntomas siguieron siendo graves. Eso me sorprendió mucho, porque esperaba una respuesta mejor. Mientras consideraba porqué habíamos llegado a ese punto muerto, llegué a la conclusión de que aun debía de haber más  traumas sepultados en su  subconsciente. Si el padre la había sobado a los tres años, tal vez lo había hecho tal vez a una edad más temprana. Lo intentaríamos de nuevo.
A la semana siguiente volví a hipnotizar a Catherine y la llevé a un plano más profundo. Pero esa vez, por equivocación, le di una indicación sin límites fijos, sin directrices: Vuelva al momento en que se originan sus síntomas sugerí.
Esperaba que Catherine volviera una vez más a su primera infancia.
En cambio retrocedió, rememoró hechos de esa vida, hasta que por fin. Se ahogó en una inundación o en un maremoto, mientras la fuerza del agua le arrancaba de sus brazos a su bebé.

viernes, 6 de noviembre de 2015

Gustavo Adolfo Bécquer

¿Donde está el escudero favorito del Conde de Gómara?, y mi señor callará con vergüenza, y sus pajes y sus bufones dirán en son de mofas: El escudero del conde no es más que un galán de justas, un lidiador de cortesía.
Al llegar a este punto. Margarita  levantó sus ojos, llenos de lágrimas, para fijarlos en los de su amante, y removió los labios como para dirigirle la palabra; pero su voz se ahogó en un sollozo.
Pedro, con acento aun más dulce y persuasivo, prosiguió así:
No llores, por Dios, Margarita: no llores, porque tus lágrimas me hacen daño. Voy a alejarme de ti; mas  yo volveré después de haber conseguido un poco de gloria para mi nombre oscuro. El cielo nos ayudará en la santa empresa. Conquistaremos Sevilla, y el rey nos feudos en la riberas del Guadalquivir a los conquistadores. Entonces volveré en tu busca y nos iremos juntos a habitar en a que el paraíso de los árabes, donde dicen  que hasta el cielo es más limpio y más azul que el de Castilla; volveré te lo juro; volveré a cumplir la palabra solemnemente empeñada el día que puse en tus manos ese anillo, símbolo de una promesa.

¡Pedro! Exclamó entonces Margarita, dominando su emoción y con voz resuelta y firme- Vé a mantener tu honra- y al pronunciar estas palabras se arrojó por última vez en brazos de su amante. Después añadió, con acento más sordo y conmovido- Ve a mantener tu honra; pero vuelve… vuelve a traerme la mía.
Pedro besó la frente de Margarita, desató su caballo, que estaba sujeto a uno de los arboles del soto y se alejó al galope por el fondo de la alameda.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Don Quijote de la Mancha- Cápitulo XXXI.

Así que, amigo  Sancho no se me hace dificultoso creer que en tan breve tiempo hayas ido y venido desde este lugar al del Toboso, pues, como tengo  dicho algún sabio amigo te debió de llevar en volandillas, sin que tú lo sintieres.
Así seria dijo Sancho; porque a buena fe que andaba  Rocinante como si fuera asno de gitano con azogue en los oídos. Y  ¡ como si llevaba azogue! – dijo Don Quijote-Y aun una legión de demonios, que es gente que camina y hace caminar, sin cansarse, todo aquello que se les antoja. Pero, dejando esto aparte, ¿ que te parece a ti que debo yo hacer ahora cerca de lo que a mi señora , me manda que la vaya a ver? Que aunque yo creo que estoy obligado a cumplir su mandamiento, véome también imposibilitado del don que he prometido a la princesa que con nosotros viene, y fuérzame la ley de caballería a cumplir mi palabra antes que mi gusto. Por una parte, me acosa y  fatiga el deseo de ver a mi señora; por otra me incita y llama la prometida fe , y la gloria que he de alcanzar  en esta empresa.
Pero lo que pienso hacer será caminar apriesa y llegar presto donde está este gigante, y en llegando, le cortaré la cabeza, y pondré a la princesa pacíficamente en su estado, y al punto daré la vuelta a ver a la luz que mis sentidos alumbra; a la cual daré tales disculpas, que ella venga a tener por buena mi tardanza, pues verá que todo redunda en aumento de su gloria y fama, pues cuanta yo he alcanzado, alcanzo y alcanzaré por las armas en esta vida, toda me viene del favor que ella me da y de ser yo suyo.