lunes, 13 de abril de 2015

SUBJATTA Y SU PROMETIDO

Comprendieron que se encontraban ante un dios y se prosternaron. La idea a la cual había que llegar al día siguiente se llamaba Gaya. El monje caminaba gozando en la contemplación del paisaje y en el vuelo de los pájaros. Una gacela se puso a seguirlo y el Gautama la acarició tiernamente dejándola marchar junto a él. En las afuera de Gaya había una arboleda y en el centro de ella se alzaba, robusta y antigua una higuera: El árbol de las mil ramas, el futuro árbol del conocimiento. Era el 8 de diciembre . Cansado tras la jornada de todo un día Sakyamuni decidió pernoctar en el bosquecillo. Hechas sus abluciones en la  fuente, se tendió bajo la higuera; la gacela se acomodó a sus pies. Mientras dormitaba bajo las ramas de la higuera, una gran verdad, la verdad que habría de ser el eje de toda su doctrina. La iluminación se abrió paso en su conciencia. Todo el dolor y daño del mundo derivan de la ignorancia. La única manera de vencer es por el conocimiento que domina los sentidos y abate ese deseo de vivir que es la base de todo nuestro sufrimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario