martes, 16 de junio de 2015

ISAAC ASIMOV (Relatos de robots)

Estoy intentando explicarle algo. Que mis coches comprenden lo que yo les digo. Un motor positrónico aprende a hacerlo, con paciencia y tiempo- Sally emprendió su proposición hace dos días . Recordará que se echó a reír cuando  le pedí su opinión , sabe lo que le hizo a ella y a los dos sedanes a los que apartó de aquella forma. Y los demás saben qué hacer hacia los intrusos en general. Mire viejo chiflado. Todo lo que yo tengo que decir es… Alcé mi voz-¡ Cogedlos!
Uno de los hombres se puso pálido y chilló, pero su voz vio completamente ahogada por el sonido de cincuentas bocinas resonando a la vez: Mantuvimos su intensidad  y dentro de las cuatro paredes del garaje los ecos se convirtieron en una loca llamada metálica. Dos coches avanzaban,  sin apresurarse, pero sin error posible respeto a su blanco. Otros dos coches se colocaron en línea con los dos primeros. Todos los coches estaban agitados. Los malhechores miraron a su alrededor, luego retrocedieron-¡ No se coloquen contra las paredes. Aparentemente aquel había sido su primer  pensamiento instintivo,´Echaron a correr alocados hacia la puerta del garaje  - Los hombres estaba al otro lado de la puerta y los coches se lanzaron era de noche hacían chirriar su neumática etc-etc-


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