martes, 20 de octubre de 2015

CERVANTES CAPITULO XXX.

– Que trata de la discreción de la hermosa Dorotea, con otras cosas de mucho gusto y pasatiempo.
No hubo bien acabado el cura cuando Sancho dijo;
Pues mía fe, señor licenciado, el que hizo esa fazaña fue mi amo, y no porque yo no le dije antes y le avisé que mirase lo que hacia, y que era pecado darles libertad, porque todos iban allí por grandísimos bellacos.
majadero- dijo a esta sazón don Quijote , a los caballeros andantes no les toca ni atañe averiguar si los afligidos, encadenado y opresos que encuentran por los caminos van de aquella manera, o están de aquella angustia por sus culpas, o por sus gracias, solo le toca ayudarles , como menesterosos, poniendo los ojos en sus penas, y no en sus bellaquerías. Yo topé un rosario y sarta de gente mohína y desdichada, y hice con ellos lo que mi religión me pide, y lo demás allá se avenga; y a quien a mal le ha parecido, salvo la santa dignidad del señor licenciado y su  honrada persona digo que sabe poco de achaque de caballería, y que miente como un hideputa y mal nacido; y esto le haré conocer con mi espada, donde más largamente le contiene.
Y esto dijo  afirmándose en los estribos y calándose el morrión; porque la vacía de barbero, que a su cuenta era el yelmo de Mambrino, llevaba colgado del arzón delantero, hasta adobarla del mal tratamiento que la hicieron los galeotes.
Dorotea que era discreta y de gran donaire, como quien ya sabia el menguado humor de don Quijote t que todos hacían burla dél, sino Sancho Panza, no quiso ser para menos, y viéndole  tan enojado, le dijo: Señor caballero, miémbresele a la vuestra merced el don que me tiene prometido, y que, conforme a él, no puede entremeterse en otra aventura, por urgente que sea: sosiegue  vuestra merced  el pecho; que si el señor licenciado supiera que por ese invicto brazo habían sido librados los galeotes, él se diera tres puntos en la boca, y aun se mordiera tres veces la lengua, antes de haber dicho palabra que era despecho de vuestra merced redundara.     

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