miércoles, 28 de enero de 2015

KHALIL GIBRAN Adán.

 Si estas personas encuentran a alguien liberada de los gérmenes de tal enfermedad, piensan que ese individuo vive en la vergüenza y en el oprobio. Los que piensan mal de Selma porque salía del hogar de su esposo para entrevistarse conmigo en el templo, están enfermos  y forman parte de esos débiles mentales que  consideran a los sanos unos rebeldes. Son como insectos  que se arrastran en la oscuridad  por miedo a que los pisen los transeúntes.

El prisionero oprimido que puede escapar de su cárcel y no lo hace,  es un cobarde. Selma prisionera inocente y oprimida, no pudo libertarse de sus cadenas. ¿ Se la puede censurar porque mirara a través de la ventana de su prisión los verdes campos  y el espacioso cielo ? ¿ Dirá la gente que Selma fue infiel por salir de su casa para ir a sentarse a mi lado  entre Cristo e Ishtar? Que la gente diga lo que quiera: Selma había pasado por los pantanos que sumergen a otros espíritus, y había llegado a un mundo que no podían alcanzar los aullidos de los lobos, ni el cascabeleo de las serpientes. Que la gente diga lo que quiera de mi, porque el espíritu que ha visto el espectro de la muerte no puede atemorizarse con los rostros de los ladrones; el soldado que ha visto brillar sobre su cabeza las espadas, y correr arroyos de sangre bajo sus pies, camina imperturbable , a pesar de las piedras que le arrojan los niños callejeros.

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