martes, 8 de diciembre de 2015

April Herse. El arte de contar cuentos.

A los niños, muy pocas cosas les gustan tanto como las aventuras de la imaginación.
Había una vez una casa vieja, muy parecida a esta. Una noche, la  víspera de Navidad, se oyó un gran ruido en el techo…
Entonces le pregunté al mayor de los chiquillos. ¿Sabéis qué pasó? Él ya conocía el juego e inmediatamente continuó:
Los niños corrieron al ático y se llevaron una gran sorpresa: encontraron un hipopótamo pequeño, sentado entre un montón de libros.
La tempestad continuaba con toda su furia y nosotros seguíamos en nuestro apretado circulo. Hacíamos por turno aportaciones  a la historia del hipopótamo el cual había sido robado de un zoológico. Los niños más pequeños inventaban detalles de loca imaginación, y los adultos conducimos a lo largo de una hora que duró el apagado. Hasta que el hipopótamo llegó al Polo Norte para sacar el Trineo de Santa Claus de la nieve porque se había atascado.

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