viernes, 11 de diciembre de 2015

DON QUIJOTE DE LA MANCHA ( capítulo XXXIII )

¡Desdichado y mal advertido de ti, Anselmo! ¿ Que es lo que haces? ¿ Que es lo que trazas? ¿ Que es lo que ordenas? Miras que haces contra ti mismo trazando tu deshonra y ordenando tu perdición. Buena en tu esposa  Camila; quieta y sosegadamente la posees; nadie sobresalta tu gusto ; sus pensamientos no salen de las paredes de su casa; tú eres su cielo en la tierra, el blanco de sus deseos, el cumplimiento de sus gustos y la medida por donde mide su voluntad ajustándola en todo con la tuya y con la del cielo. Pues si la mina de su honor, hermosura, honestidad y recogimiento te da  sin ningún trabajo la riqueza que tiene y tu puedes desear .¿ Para qué quieres ahondar la tierra , y buscar nuevas vetas de nuevo y nunca visto tesoro poniéndote a peligro que todo venga abajo, pues, en fin se sustenta sobre los débiles arrimos de su flaca naturaleza? Mira que el que busca lo imposible, es justo que lo posible  se le niegue, como lo dijo mejor un poeta, diciendo:

 Busco en la muerte la vida.
salud en la  enfermedad,
en la prisión libertad
en lo cerrado salida
y en el traidor lealtad
En efecto , la hermosura y la bondad de Camila, juntamente  con la ocasión que el ignorante marido le había puesto en las manos dieron con la lealtad de Leotario en tierra.

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