martes, 5 de enero de 2016

BENITO PEREZ GALDOS

 - ¡Como me gusta ese hombre!  No sé que daría porque se atreviera… no sé quien es, y pienso en él noche y día. ¿ Que es esto?  Estoy yo loca ¿ Significa esto la desesperación de la prisionera que descubre un agujero por donde escaparse? Yo no sé lo que es esto; solo sé que  necesito que me hable aunque sea por telégrafo, como los sordomudos, o que me escriba- No me espanta la idea de escribirle yo, o de decirle que si antes de que él me pregunte… ¡ Qué desvarío!  Pero ¿quien será? Podría ser un pillo; un … No, bien se ve que es una persona que no se parece a las demás personas. Es solo único… bien claro está. No hay otro. ¡ Y encontrar yo el único, y ver que este único tiene más miedo que yo y no se atreve a decirme que soy su única! No,no, yo le hablo… me acerco, le pregunto que hora es, cualquier cosa…, o le digo, como los hospicianos, que me haga el favor de una cerillita…! Vaya un disparate! ¡Qué pensaría de mí! Tendríame por una mujer casquivana. No, él es el que debe romper…
A la tarde siguiente, ya casi de noche, viniendo señorita y criada en el tranvía .! descubierto. Le vieron subir en la glorieta, pero como había tanta gente tuvo que quedarse en pié en la plataforma delantera, Tristana sentía tal sofocación en  su pecho que a rato erale forzoso ponerse en pié para respirar.

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