lunes, 2 de febrero de 2015

AGATHA CHRISTIE.

Me empujó hacia atrás en el momento preciso. Un árbol se derrumbó sobre la acera justamente ante nosotros. Poirot lo miró fijamente. pálido y trastornado. ¡ Hemos escapado por poco! Pero de todas formas, ha sido una cosa chapucera, pues yo no sospechaba nada en absoluto. Al no ser porque tengo ojos de gato. Hércules Poirot estaría a estas horas aplastado bajo este árbol, lo que         hubiera sido una terrible calamidad para el mundo. Y usted también, mona mi, aunque ello no hubiera sido una catástrofe nacional de la misma magnitud.
Muchas gracias dije fríamente - ¿ y qué es lo que vamos a hacer ahora?
¿ Hacer? Exclamó Poirot- Vamos a pensar; si, aquí mismo vamos a ejercitar nuestras pequeñas células grises- ¿ El señor Halliday estuvo realmente en Paris? Si, porque el profesor Bourgoneau que lo conoce estuvo hablando con él. Qué diablos se propone? Pregunté. Eso fue el viernes por la mañana. Se le vió por última vez ese día a lals once de la noche…pero ¿ fue visto en realidad?

El portero…Un portero nocturno que no había visto previamente a Halliday- Un hombre entra en el Hotel, y físicamente se parece bastante a Halliday, paras lo cual podemos contar con el número  cuatro. Pregunta si se ha recibido alguna carta para él, sube a su habitación, prepara un maletín y se va sigilosamente a la mañana siguiente. Nadie vió a Halliday aquella noche… porque estaba en manos de sus enemigos.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario