martes, 19 de mayo de 2015

ROSAMUNDE PILCHER – (Alcoba azul)

Puedes comprarte un coche – puedes viajar,  tener un  abrigo de pieles, hacen cruceros . cualquier cosa.¿ que harás? ¿ qué  harás  con el resto de tu vida=? Bueno anunció  la señorita Cameron con cautela-, me compraré un coche pequeño. Tenia que acostumbrarse a la idea de ser libre, de poder moverse sin tener que pensar en nadie mas que en si misma-¿ Y viajar? Pero la señorita Cameron no tenía grandes deseos  de  viajar; excepto que un día iría a Oberammergau a ver la pasión. Y no quería realizar cruceros. En realidad solo quería una cosa. Había querido solo una cosa toda su vida. Y ahora podrías tenerla. Dijo: Venderé la casa de Edimburgo, Y  compraré otra.¿ Donde? Sabia exactamente dónde Kilmoran,. Había ido allí un verano cuando tenía diez años, invitada por los amables padres de una amiga del colegio. Habían sido unas vacaciones tan felices que la señorita Cameron, jamás las había olvidado. Dijo.. Iré a vivir a Kilmoran. Pero eso está al otro lado del esmario. La señorita Cameron se sonrió. Era una sonrisa que Dorothy jamás le había visto, y eso loa hizo callar. Allí es donde compraré una casa. Y eso hizo una casa que formaba parte de una hilera frente al mar. Desde la parte trasera, al norte, su aspecto era feo y apagado, con ventanas cuadradas y una puerta delantera que llevaba directamente a la acera. Pero por dentro era hermosa, una casa georgiana en miniatura, con el vestíbulo de baldosas de pizarra y una escalera curvada que subía al piso de arriba. La sala de estar se hallaba arriba y tenia una ventana salediza y en la parte delantera de la casa había un jardín cuadrado, con muros que lo protegían de los vientos marinos. Había una anchas verja en el muro, y se abría, un tramo de escalones de piedra conducía por el dique hasta la playa. En verano los niños correteaban por encima del dique  y gritaban y voceaban, pero a la señorita Cameron no le importaba esta ruido igual que no le importaba el ruido de las olas, o el de las gaviotas, o de los eternos vientos. Había que hacer muchas cosas en la casa y gastar mucho dinero en ella, pero con gran ánimo hizo ambas cosas. Hizo instalar calefacción central, y cristales dobles. Reconstruyeron la cocina, con armarios de pino, y nuevos accesorios verde pálido para baño, ocuparon el lugar de los  viejos, blancos y desconchados-

No hay comentarios:

Publicar un comentario